Con el trabajo, que me costó encontrar sartenes cuadradas pequeñas y al precio que las pague… hay que rentabilizarlas…

En esta ocasión tengo excedentes de calabacín en mi nevera, pues toca olvidarse de la riquísima tortilla de patata y hacer tortillas de otras cosas, en este caso de calabacín.

Ingredientes (2 personas):

1 calabacín mediano

1 cebolla no muy grande

3 huevos

Aceite

Sal

Preparación:

La confección de una tortilla cuadrada no tiene ningún secreto, el único secreto consiste en poseer una sartén de forma cuadrada, pero la cara rara que ponen en la mesa cuando ven una tortilla cuadrada no tiene precio…

Pelamos y troceamos la cebolla en juliana.

En nuestra maravillosa sartén cuadrada, colocamos un generoso chorro de aceite y freímos en el la cebolla, salándola.

Mientras lavemos y troceamos el calabacín, yo no lo pele, pero a vuestro gusto.

Cuando comience a estar lista la cebolla, añadimos el calabacín y dejamos a fuego lento hasta que esté tierno, si fuera necesario, podemos añadir un poco de agua.

Dejamos enfriar la cebolla y el calabacín un poco.

Batimos los huevos, les agregamos un poco de sal, recordar que ya salamos la cebolla y añadimos el sofrito de cebolla y calabacín a los huevos.

Mezclamos bien y dejamos reposar unos minutos para que se mezclen bien los sabores.

Solo nos resta aceitar nuestra sartén y realizar la tortilla cuadrada, dándole todas las vueltas que sean necesarias con la ayuda de una tapadera.

Comer calentita, aunque fría también esta riquísima.