Estos bichos, son pequeños, de color oscuro, se reproducen con facilidad y rápidamente, sus alas son tan duras que se confunden con un caparazón, cosiste en un simple escarabajo.

El gorgojo es un insecto de origen chino, descubierto en el año 1.891 por Casey, que en un principio fue utilizado para curar el asma.

Al parecer este insecto cura enfermedades graves como el cáncer, asma, parkinson, diabetes, artritis, artrosis, etc, con su ingesta “vivo”.

Realmente este insecto no es un gorgojo, su nombre científico es Palembus Ulomoides Dermestoides.

Rubén Dieminger, analista de sistemas, creó una cadena conocida como la Cadena del gorgojo, a través de la cual difunde información sobre la Coleoterapia, esta terapia gratuita, tiene la misión de investigar científicamente sobre las aplicaciones de este insecto.

Dieminger afirma que no tener ninguna formación en salud para avalar el funcionamiento de esta terapia.

El objetivo de Dieminger, era que el estado Argentino investigara el tema, organizo a su familia y un grupo de amigos  creando la “Fundación Avanzar”.

Aunque Dieminger  insiste en que los gorgojos han de ser gratuitos, un sacerdote argentino de la Iglesia Inmaculado Corazón de María en Paraná (Argentina), Antonio Orlando Mattiassi, pide una colaboración mínima de siete pesos para cada frasco llenos de gorgojos para la cría casera.

Para su alimentación en casa, a estos insectos,  se les puede dar harina de salvado o de maíz, cáscaras de banana o maní.

Según nos cuenta la web “Salud Alternativa” es su post “Para qué sirve la terapia de Gorgojos”, este insecto  al morir en el interior del estómago del paciente, libera coleotoxina (más conocida como crotoxina), sustancia que se cree que actúa potenciando el sistema inmunológico.

El ingerir estos insectos vivos se recomienda como medida de apoyo a la medicina tradicional, como terapia  complementaria.

El efecto de la coleotoxina liberada por los gorgojos en el interior del estómago, causa que alrededor de los 10 días después de su ingesta elimine el dolor.

Al parecer, cuando se muerde un gorgojo, la zona de la lengua que es afectada por sus líquidos queda adormecida.

También cuentan algunos pacientes, que cuando la morfina ya no les calmaba el dolor, la coleotoxina de los gorgojos si lo conseguía.

También se afirma que los pacientes graves que fallecen, a pesar de consumir coleotoxina, fallecen sin sufrir dolores.

Se cuenta que el ingerir los gorgojos vivos es preferible antes de comer, salvo las personas que posean problemas estomacales, cáncer de estómago o intestino que deberán consumirlos después de comer.

Tomados en ayunas, en algunos casos han provocado molestias, tomando los gorgojos unas horas antes de irse a dormir, en lugar de en ayunas, se eliminan estas molestias.

El tratamiento consiste en ingerir estos gorgojos progresivamente…

El primer día se ingiere un insecto y se va sumando uno más durante setenta días (este día hay que tragarse 70 bichos vivos) después se va reduciendo su ingesta, uno a uno hasta regresar a cero.

Estos insectos pueden consumirse introducidos “vivos” en el interior de una capsula.

Como curiosidad, terminado el ciclo de un tratamiento de gorgojos, en los 150 días que dura el tratamiento se consumen 4.900 gorgojos.

Terminado el tratamiento, no es necesario descansar para empezar de nuevo la ingesta de gorgojos, o se puede descansar diez días o un mes, dependiendo del problema de salud que se tenga.

En la web “Globedia” en el artículo “Gorgojos que curan el cáncer y otras enfermedades” nos dan tres enlaces donde dicen que pueden obtenerse gratuitamente.