Realmente parece algo muy difícil preparar un queso casero, en algunas recetas se utilizan ingredientes raros como el cuajo o cloruro cálcico, también nos piden leches más naturales que las del tetrabrick e incluso necesitamos la utilización de un termómetro para controlar la temperatura de la leche, pero en este caso he optado por realizar un queso todo terreno para principiantes y además realizado al microondas.

Os sorprenderéis de la rapidez y facilidad con la cual se realiza este queso, donde los únicos ingredientes serán un tetrabrick de leche, medio limón, un yogurt y sal, no necesitaremos termómetro, aunque si necesitaremos un par de días de paciencia para poder probarlo, como mínimo.

Ingredientes (1 queso):

1 litro de leche normal

½ limón (su zumo)

1 yogurt natural sin azucarar

½ cucharadita de sal

Preparación:

Colocamos en un recipiente de silicona con tapa el litro de leche a temperatura ambiente (si el recipiente no tiene tapa podemos taparlo con plástico de cocina), durante unos 7 minutos.

Dejamos reposar 3 o 4 minutos, destapamos el recipiente (la leche estará templada), destapamos, añadimos el zumo de limón y el yogurt.

Tapamos el recipiente de silicona nuevamente e introducimos nuevamente en el microondas a máxima potencia unos 7-8 minutos.

Dejamos reposar 5 minutos y destapamos, la leche debería estar cortada, con un aspecto de yogurt medio desleído en agua, si no fuera así, volvemos a introducir tapada unos 3-4 minutos más.

Una vez tenga esa textura de leche cortada, añadimos la sal y colocamos en un molde para hacer queso o un colador de paso fino.

El agua que suelta (suero) puede servirnos para realizar bizcochos o magdalenas (en esta ocasión yo la deseche).

Dejamos escurrir un par de días y nuestro queso poco a poco ira soltando esa agüilla, la cual iremos retirando, adquiriendo forma de queso fresco adoptando la forma del colador o de nuestro molde para quesos.

Solo resta catar nuestro delicioso queso casero, barato, fácil y delicioso.

Nota: se le pueden agregar especias como orégano, menta, hinojo... las que gustéis… pero si es vuestro primer queso mejor no complicarse la vida, ya tendréis tiempo de experimentar con futuros quesos que esta receta segura que la repetís.