Hace algún tiempo os coloque un post que se titulaba “Entrevistando a Mami Bruja”, ahí vagamente hablamos sobre el tarot así como también del péndulo.

Como los temas esotéricos siempre me han gustado, quisiera empezar una serie de artículos sobre el tarot.

Hoy os colocaría el primero intentando explicar en qué consiste el tarot, el próximos artículos me gustaría desarrollaros uno a uno, cada uno de sus arcanos mayores.

En primer lugar diremos que el Tarot no es más que una baraja de cartas.

Esta baraja de cartas se utiliza como medio de consulta e interpretación de hechos presentes, pasados o futuros.

La baraja del Tarot está compuesta (generalmente) de 78 cartas.

Entre estas 78 cartas encontraremos los arcanos mayores que los componen 22 cartas y el resto son los arcanos menores.

La palabra arcano, proviene del latín y significa misterio o secreto.

Los arcanos mayores son los siguientes:

El Mago, La Sacerdotisa, La Emperatriz, El Emperador, El Sumo Sacerdote, El Enamorado, El Carro, La Justicia, El Ermitaño, La Rueda de la Fortuna, La Fuerza, El Colgado, La Muerte; La Templanza, El Diablo, La Casa de Dios, La Estrella, La Luna, El Sol, El Juicio, El Mundo y El Loco.

Los arcanos menores los componen otras 56 cartas, tienen 4 palos como la baraja española (oros, espadas, copas y bastos) pero numeradas del 1 al 10 y sus personajes son Sota, Reina, Rey y Caballero.

El diseño de las cartas es muy variada dependiendo del tarot que poseamos, uno de los más conocidos el Tarot de Marsella.

En el siglo XV, en Italia ya se conocía el Tarot, la baraja más antigua que se conserva está localizada en la Universidad de Yale, en Estados Unidos y se trata del Tarot de Filippo María Visconti.

Estudios realizados por ciertos ocultistas en los siglos XVIII y XIX se intenta demostrar una conexión entre el Tarot, la cábala y el simbolismo egipcio.

Al parecer el Tarot tiene orígenes filosóficos pero el paso del tiempo lo convirtió en un sistema adivinatorio.

Parece ser que fueron los gitanos los que extendieron el Tarot por Europa, de hecho sobrevivió a la Santa Inquisición y los gitanos no eran objetivos prioritarios para ella.

Uno de los métodos adivinatorios más populares del Tarot es la tirada en forma de la Cruz Celta.