Una rica forma de preparar la carne para que quede bien jugosa

Aunque esta mañana he estado leyendo cosas muy interesantes sobre los “niños índigo”, sobre como ver nuestra aurea, hoy nos dejaremos de cosas transcendentales, tomaremos la cervecita y nos pondremos las botas comiendo un buen trozo de carne “a la piedra”.

Para cocinar “a la piedra” tengo una especie de plancha eléctrica pequeñita, con un trozo de mármol (o piedra similar) apoyada en una resistencia eléctrica.

Hoy cocinare un buen pedazo de filete de buey acompañado de pimiento y cebolla frititos a fuego lento en la freidora.

Ingredientes (2 personas).

2 Filetes gruesos de buey (nosotros no queremos terminar tripones y solo nos zamparemos uno que compartiremos).

1 Cebolla, cortadita a rodajas

2 Pimientos verdes cortados a tiras

1 Bolsa de patatas fritas (aunque no soy partidario de ellas tenemos en casa y hay que gastarlas).

1 Limón

1 Hoja de laurel

Sal

Aceite

Curry

Preparación:

En primer lugar exprimimos el limón.

Colocamos el limón exprimido en un recipiente hondo y añadimos un buen chorro de aceite de oliva junto con el laurel.

En este recipiente junto con el limón, el aceite y el laurel, introducimos la carne, durante un par de horas, dándole vueltas, cada media horita aproximadamente.

Encendemos la freidora a 150 grados e introducimos el pimiento cortado a tiritas y la cebolla pelada sin romperla y cortada a rodajitas (en aritos, como si fuera un calamar) para que nos vaya confitando mientras cocinamos la carne.

Colocamos la carne en la “piedra” debería hacerse a fuego fuerte y solo darle una vuelta, regándolo con el adobo que hemos usado para adobar la carne, pero como a mí no me gusta la carne sangrante (raro en un carnívoro como soy yo), pondré la piedra a fuego medio y le daré todas las vueltas que considere necesarias, para darle tiempo para que se haga por dentro.

Cuando este casi lista tirarle por encima un picadito de ajo y perejil y darle una vuelta.

Lo acompañare de patatas fritas de bolsa (mi consejo es que hagáis a fuego lento unas patatas fritas a rodajas gordas, en la freidora, y a última hora subir la temperatura del aceite para que queden doraditas y que se derritan por dentro), pero yo, a gastar la bolsa de patatas fritas, que no sabía qué hacer con ellas.